El seleccionador de Sudáfrica, el brasileño Carlos Alberto Parreira, ha desmentido los rumores que apuntaban a su posible continuidad al frente de los 'Bafana Bafana' hasta la Copa de África de 2012.

"Se ha hablado de mí como de un tipo de director de entrenadores o algo así, pero he dicho que no, ya que quiero regresar con mis hijos y nietos a Brasil", ha dicho Parreira, citado hoy por la prensa local.

"Realmente extraño a mi familia. He estado lejos durante cinco meses y dejaré a los 'Bafana' y Sudáfrica tras el Mundial, pero estoy decidido a dejarlos en una posición fuerte, habiéndolos clasificado al menos para la segunda ronda del Mundial", señaló.

Parreira regresó a Sudáfrica para iniciar una segunda andadura en el banquillo de la selección nacional a finales del año pasado; y lo hizo como apagafuegos después de la más que discreta trayectoria del equipo a las órdenes de su compatriota Joel Santana.

Desde su llegada, Sudáfrica ha encadenado diez partidos internacionales sin conocer la derrota y la posibilidad de que llegue a los cruces toma cuerpo, aunque se la haya señalado como la cenicienta del grupo A.

"He entrenado en muchos Mundiales (el de 2010 será el sexto) en 42 años en el fútbol. Creo que me he ganado un descanso", aseguró Parreira, dando por finalizado el debate.

Parreira dirigirá hoy a Sudáfrica en un nuevo amistoso, en este caso frente a Guatemala en el estadio Peter Mokaba, en Polokwane, el penúltimo test de los 'Bafana Bafana' antes de su debut el 11 de junio ante México en el estadio Soccer City de Soweto.

"No estoy pensando en mi futuro a largo plazo. Estoy totalmente centrado en mi trabajo y mi primera prioridad es asegurarme de que los 'Bafana' alcanzan la segunda ronda del Mundial. Una vez lo hayamos conseguido, cualquier cosa puede pasar en los cruces", señaló.

Mañana será un día triste para Parreira, según sus propias palabras, pues dará a conocer la lista definitiva de 23 internacionales que representarán a Sudáfrica en el Mundial, por lo que tendrá que dejar fuera, muy a su pesar, a cinco de los que ahora tiene a sus órdenes.