Llega el momento esperado por todos los jugadores y aficionados españoles. El punto de partida para la campeona de Europa está en Durban, ciudad costera que ha acogido a la selección en medio de una ligera borrasca. Pero las condiciones climatológicas poco importan porque los internacionales ya están ansiosos por estrenarse en el Campeonato del Mundo. España lleva dos años preparando esta gran cita, un recorrido con cambio de seleccionador y sembrado con buenos resultados. Ha ganado 25 de los últimos 26 partidos, con el único borrón ante Estados Unidos en las semifinales de la Copa Confederaciones.

España es uno de los atractivos del Mundial. No cuenta con experiencia en los encuentros decisivos, pero se ha ganado el derecho a aparecer en la lista de selecciones candidatas a pelear por el título por tres motivos. Uno, porque es la campeona de Europa con todos los honores. Dos, porque es la que mejor juego ha desplegado en los últimos cuatro años. Y tres, porque en este bloque aparece un carrusel de grandes jugadores, como Casillas, Ramos, Puyol, Piqué, Xavi, Cesc, Iniesta, Fernando Torres... Son referencia en sus clubes de origen y ya saben lo que significa ganar títulos importantes dentro y fuera de las fronteras españolas.

Batalla en la medular

La selección se ha medido a grandes rivales en amistosos (Francia, Argentina, Inglaterra, Chile...) y ha salido airosa sin modificar sus hábitos de trabajo. España vive del balón y Suiza lo sabe. No sabe actuar de otra manera. Todo gira alrededor de la misma filosofía. Ha impresionado con su juego y ha sacado mucha rentabilidad al juego de asociación. España no debe perder su identidad por mucho que los rivales tengan estudiado su juego y sus alternativas. Necesita la pelota para mandar en el medio del campo, donde los suizos amontonarán efectivos para contrarrestar la maquinaria de los españoles, y precisa de paciencia para mitigar las posibles prisas. La selección está acostumbrada a madurar los partidos, pero un tanto pronto siempre sirve para bajar las pulsaciones.

Iniesta sigue siendo la gran duda en España. Está bien, pero el seleccionador se encuentra en un cruce de caminos. «Se entrenó bien. Tenemos ahora que hablar con lo médicos. Pensamos en mañana y en que seguiremos avanzando», dijo. El centrocampista ha trabajado mucho para llegar al debut y no sería extraño que al final apareciese en el once inicial. Si no así, Navas, Pedro, Cesc o Mata optan al puesto, aunque Del Bosque dejó caer el nombre de Fernando Torres como posible recambio.