Durante la Eurocopa, con Luis Aragonés en el banquillo, uno de los debates más intensos fue si España jugaba mejor con Torres y Villa en el once, o sólo con uno y cinco centrocampistas. Hubo tesis para todos los gustos. Entonces, la selección levantó la Copa jugando con uno (Fernando Torres) porque se lesionó el otro en las semifinales. La obligada situación alimentó el debate.

Luego llegó Del Bosque y optó por otra fórmula. Varió el 4-1-4-1 de Luis Aragonés y lo transformó en un 4-3-3. En el dibujo entraban los dos «pistoleros». Fernando hacía las veces de delantero centro mientras que Villa jugaba de falso extremo izquierdo. Un punto de partida del gusto del «Guaje» porque hace la diagonal hacia adentro para disparar con la derecha.

La combinación dio sus frutos a Del Bosque. Eran compatibles y no descendía el rendimiento goleador. En la etapa de Vicente, ambos han coincidido en 14 encuentros y sólo han perdido en una ocasión (EE.UU.). Goles no han faltado y entre ambos se han repartido 17 (6 de El Niño y 11 de Villa).

Al delantero del Liverpool le están castigando las lesiones. Por eso ha comenzado en el banquillo. Pese a su estatus, ayer lanzó un mensaje para cerrar filas con sus compañeros y con el seleccionador: «España siempre ha jugado con dos variantes. No siempre con tres arriba. Muchas veces con dos o con cuatro en el medio. A veces Villa o yo hemos jugado en la izquierda. Villa siempre ha hecho goles y es indiscutible en la selección. Me referia al estilo. No vamos a jugar balones largos, no vamos a empezar a presionar al rival o a meternos atrás. España no juega así. Quiere la pelota. Hay que tenerla porque si cuentas en tu equipo con Xabi Alonso, Xavi o Cesc y no tienes la pelota es porque algo estás haciendo mal. Hay que aprovechar las virtudes de nuestros futbolistas más allá del sistema. El estilo el equipo lo marcan los jugadores del medio. Son nuestra alma».