Con la misión cumplida, pero con la sensación de que se quedaron cortos en la renta. Una goleada habría servido de bálsamo para curar las heridas que abrió Suiza y el triunfo se ha quedado en un postre sin sabor. "Se ha mejorado algo en la finalización de las jugadas. Nos vamos insatisfechos, con un mal sabor de boca. No por el juego, sino por el resultado. Tuvimos algún desajuste atrás, pero ahora, contra Chile, debemos mantener el ritmo, la intensidad y mejorar en la finalización", señaló Íker Casillas al final del encuentro.

Una reflexión que compartió el vestuario. Hemos tenido un montón e ocasiones. Hay que quedarse con lo bueno. Necesitábamos un partido como éste, marcar pronto para estar cómodos en el campo. Dependemos de nosotros ante Chile. Es un partido con trampa porque ellos saldrán a defender para buscar el empate que les vale. El equipo siempre ha funcionado conmigo y con Villa".

También El Guaje se lamentó por la mala puntería y por haber fallado el penalti: "Es cierto que no estuvimos acertados arriba. ¿Presión en el penalti? No lo he fallado por ese motivo. Aquí siempre se juega con presión y estoy muy acostumbrado a lanzar penaltis porque lo he hecho toda mi vida". Es el quinto penalti que falla Villa con la selección. Uno con Luis Aragonés (contra Liechtenstein) y cuatro con Del Bosque (Bosnia, Sudáfrica, Bélgica y Holanda).