Portugal ha sido el rival más asiduo de nuestra selección a lo largo de la historia. La vecindad inspiraba enfrentamientos periódicos entre ambos países paras medir las fuerzas de su fútbol.

El 18 de diciembre de 1921, en el desaparecido estadio madrileño de O'Donell, nació una tradición que se ha repetido treinta y dos veces. En aquella primera ocasión, España venció 3-1, con dos goles de Alcántara y uno de Meana. Alberto Augusto inauguró el casillero luso. El duelo ibérico, sin embargo, se ha alimentado de duelos amistosos. Sólo dos de esos treinta y dos encuentros han sido en fases finales, ambos en Eurocopas.

La Roja sí eliminó a los portugueses en las previas del Mundial de 1934 (9-0 en Chamartín, 2-1 en Lumiar) y del Mundial 1950 (5-1 en Madrid, 2-2 en Lisboa). También es claramente ganadora en la estadística de duelos totales: quince victorias, doce empates, cinco derrotas. Pero pierde en el capítulo de las fases finales. Un empate (1-1) en Francia 84 y una derrota (0-1) en Portugal 2004 definen un balance que en Sudáfrica hará «jurisprudencia» con la primera confrontación en una Copa del Mundo.

El 17 de junio de 1984, el estadio del Velodrome marsellés estrenó los cara a cara hispano-portugueses en una «hora de la verdad». En Marsella, la igualada a un gol benefició al equipo de Miguel Muñoz, que se proclamó ganador de grupo en la Eurocopa gala y evitó a la anfitriona hasta la final. Portugal, segunda, cayó ante los franceses en semifinales.

Los rojiverdes necesitaban el triunfo para ser primeros y buscaron el gol con ansiedad. Por fin, Sousa marcó el 0-1 a los 52 minutos. España reaccionó inmediatamente. Aquel once, con Arconada, Maceda, Gallego, Señor, Santillana, Carrasco, Goicoechea y Rincón como referentes, igualo el marcador con un remate de Santillana. Michael Vautrot, el polémico colegiado francés, realizó un buen arbitraje.

La decepción de Lisboa

Casero estuvo el sueco Anders Frisk, juez de cámara de la UEFA, en el Portugal-España de la Euro 2004. Al equipo de Iñaki Sáez le valía la «equis», pero no supo afrontar esta batalla en la hora de la verdad.

Maniche, Deco, Figo, Simao, Costinha y Nuno Valente nos tomaron la medida en el José Alvalade lisboeta. Xabi Alonso, Baraja, Valerón y Raúl no supieron cómo encontrar un hueco en la zaga dirigida por el incólume Carvalho. No les dejaron crear. Nuno Gomes arruinó la esperanza hispana al colocar un disparo ajustado a un poste. España, que acudía como una de las favoritas, quedó tercera en el grupo. Eliminada.

Ahora, España y Portugal vivirán el combate más mediático de su historia. Cristiano frente a Villa. Simao contra Torres. Tiago ante Xabi Alonso. Carvalho versus Iniesta. Esto es «futebol» en estado puro.