En su primer balón frente a los eslovacos, y tras recibir un pase largo de Wesley Sneijder, el extremo del Bayern se va de fuera hacia dentro para disparar pegado al palo corto. Imparable para el meta centroeuropeo; y a vivir de rentas el resto del partido. Mucho se había especulado con la ausencia del ex del Real Madrid en la previa, al que incluso el técnico Van Marwijk había descartado "presuntamente" en el once inicial ya que todavía se encontraba renqueante de su lesión en el muslo izquierdo.

Aunque dado el peligroso marco -el estadio Moses Mabhida, denominado de esta forma en homenaje al antiguo líder del partido comunista-, los tulipanes decidieron evitar cualquier tipo de anarquía táctica y confiar de partida en su mejor hombre.

Tras el gol, el partido entraba en un sopor global en el que Holanda no apretaba el acelerador, mientras que los de Vladimir Weiss tan sólo confiaban en el noble recurso de colgar balones.

Y lo cierto, es que no es la "Oranje" el mejor equipo para disfrutar de milagros en las alturas. Porque con una línea de zagueros conformada por Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen y Van Bronckhorst que tan sólo ha recibido un gol en este Mundial, el eslovaco Robert Vittek pasó rápidamente de "Juan Matagigantes", a personaje secundario de los cuentos de Andersen. Pero como este Mundial ya ha demostrado que los experimentos con gaseosa se acaban convirtiendo en peligrosos cócteles molotov -que se lo digan a Italia-, los de Weiss decidieron sentenciar el partido al comienzo del segundo periodo.

Gran actuación de Robben

En la primera jugada, Robben que recibe en el pico del área, se va hacia dentro y suelta un disparo, al palo largo, que despeja con muchas dificultades el meta eslovaco. Más de uno debió pensar que se trataba de un bucle temporal, porque lo cierto es que la jugada era calcada al primer gol. Sin embargo, los eslovacos a punto estuvieron de dar los sorpresa. Aunque el delantero Vittek decidiera, finalmente, que el papel de jugador revelación de este Mundial no iba con él, y sólo ante Stekelenburg, estrellara el balón en las manos del arquero. Su futuro contrato post Sudáfrica que se reducía varios ceros, y al técnico eslovaco que le tenían que poner un doble "bypass".

Poco después era Kuyt quien demostraba al jugador del Ankaragucu turco cómo se deben resolver los duelos al sol. Tras recibir un balón largo, sale mal Mucha y el holandés cede a Sneijder para que marque a placer el segundo tanto. Los holandeses saboreaban ya los cuartos sin ni siquiera despeinarse.

Aunque como siempre hay que destacar a un árbitro en este Mundial, el español Undiano Mallenco pitaba a pocos segundos del final un penalti a favor de los eslovacos ante una mala salida de Stekelenburg. Vittek se resarcía así de su error y el colegiado pamplonés acaparaba minutos ante la cámara. Todos tan amigos e intercambio de camisetas. Qué raro resulta ya que un trencilla no sea noticia.