El segundo ocurrió en su adolescencia. Ya militaba en las categorías inferiores del combinado de su país. El técnico, un buen día, se quedó sin centrales. Y le señaló a él para que cubriese las bajas, él, que se movía en la delantera y en el extremo izquierdo. Así, por accidente, se hizo futbolista este hombre que tiene a Bruce Willis y Pamela Anderson como actores favoritos.

Aquel técnico, por lo visto hasta ahora, tenía buen olfato. Después de formarse en el Trencin eslovaco, en una ciudad donde el hockey y la moda eclipsaban al fútbol, aterrizó en el Zenit de San Peterbursgo, una ciudad que a Skrtel le impactó por sus dimensiones. Despuntó pronto, consiguió una Liga (2007), y los tentáculos de los principales equipos del continente le acecharon:Valencia, Tottenham,Everton... Dijo a todos que no. Él quería ir al Real Madrid, aunque, al final, se decidió en el mercado de invierno de hace dos años por el Liverpool.

«Es un sueño hecho realidad», confesó tras firmar su contrato con los 'reds' por cuatro temporadas y media. Benítez le acogió con los brazos abiertos, aunque no es para menos pues fue su petición expresa y los rectores del Liverpool desembolsaron más de siete millones de euros por este eslovaco que, como su país, debutará este verano en un Mundial. Se trata, de hecho, del zaguero más caro de la historia del club. «Es un gran jugador, agresivo, rápido, con mucho carácter, muy competitivo», le define el entrenador español.

Unas condiciones que Skrtel, amante de la pizza y seguidor de Fabio Cannavaro, ha demostrado de sobra.Y lo intentará hacer en el Mundial, aunque queda la incógnita de cómo se ha recuperado de la lesión que ha padecido en el metatarsiano de su pie derecho y de la que se ha recuperado hace escasas fechas.