Mundial Sudáfrica 2010

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Francesc Fábregas Soler

Francesc Fábregas Soler

Edad:
23
Fecha de nacimiento:
04/05/1987
Estatura y peso:
1.77m 69 kg
Demarcación:
Medio
Club:
Arsenal
Número internacionalidades:
53
Velocidad 7/10
Regate 7/10
Remate 9/10
Visión de juego 10/10
Estadísticas en el mundial
Partidos jugados:
4
Partidos titular:
0
Partidos suplente:
4
Minutos:
146
Goles:
0
Goles penalti:
0
Asistencias:
5
Tarjetas amarillas:
0
Tarjetas rojas:
0
posición de Francesc Fábregas Soler

el análisis

El clarividente

Sólo tenía 14 años. Era su primera entrevista. Ni se imaginaba cuántas vendrían después. Habló en Barça TV, el canal del club azulgrana, en un programa sobre el fútbol base culé en la temporada 2000-01. Y lo que dijo suena tan convincente diez años después que se entiende por qué Cesc Fàbregas (Arenys de Mar, 1987) se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo en su posición.

Cesc es una mezcla de las mejores virtudes de Guardiola, Xavi e Iniesta. / Archivo Cesc es una mezcla de las mejores virtudes de Guardiola, Xavi e Iniesta. / Archivo
por P. Ríos

Con un discurso serio e hilvanado pese a su corta edad habló de sus referencias: "Me fijo mucho en cómo se mueve Guardiola porque juega en la misma posición que yo y lleva muchos años aquí. Me fijo mucho en cómo levanta la cabeza antes de dar el pase y en la rapidez con la que lo hace". Y con una clarividencia que casi asusta adivinó quiénes serían los nuevos iconos del Barça en el centro del campo: "También miro mucho a Xavi, que es uno de los que en el futuro supongo que sustituirá Guardiola cuando se vaya. Y Andrés Iniesta es otro jugador que siempre que lo veo jugar pienso que llegará lejos en el mundo del fútbol, es un crack. A veces, cuando juegan después de nosotros, me quedo a ver los partidos del juvenil sólo para verle a él". Lo acertó todo.

Así es Cesc, una mezcla de las mejores virtudes de Guardiola, Xavi e Iniesta, los espejos en los que se miró de niño. Incluso tiene más gol que todos ellos pese a que en sus primeros actuaba de pivote defensivo. Precisamente por la juventud de los dos últimos, él y su entorno intuyeron que jugar en el primer equipo del Barça iba a ser difícil y cuando en 2003 llegó la oferta del Arsenal entre todos decidieron emprender la aventura de la Premier League con sólo 16 años.

Aquel fue un golpe para el Barça, el club que mimó al centrocampista desde niño. Incluso vivió en La Masia, fábrica de excelentes futbolistas. Su generación, la de 1987, es la mejor que ha pasado por el fútbol base del club. Arrasaban en todas las categorías hasta que tocaron el cielo en un Cadete B en el que maravilló junto a Piqué y Messi, dos de sus mejores amigos. Más influencias positivas...

Nadie puede saber cómo le hubiera ido en el Barça, pero lo que sí está claro es que en el Arsenal le ha ido de maravilla. Arsène Wenger apostó por su talento desde el primer día. Le pulió de forma progresiva, respetando los tiempos. Es el 'gunner' más joven que ha jugado un partido oficial con 16 años y 177 días (Copa de la Liga ante el Rotherham United, 28 de octubre de 2003). También se mantiene como el goleador oficial más precoz tanto en competición oficial (16 años y 212 días ante el Wolves en la Copa de la Liga), en la Premier League (17 años y 113 días ante el Blackburn Rovers) y en la Champions League (17 años y 217 días ante el Rosenborg). No hay duda, estaba predestinado a triunfar en el Arsenal. Siete años después, Cesc es el capitán del equipo, un brazalete que luce desde noviembre de 2008.

En la selección, tras coronarse mejor jugador y máximo goleador en el Mundial Sub 17 de Finlandia en 2003, Cesc irrumpió en la absoluta a tiempo de participar en el Mundial de Alemania 2006, aunque fue en la Eurocopa de 2008 donde contribuyó a conquistar el título. Él acabó con el doble gafe de los cuartos de final y de los penaltis al transformar el suyo, el definitivo en la tanda de desempate ante Italia.
Sin embargo, con 23 años, Cesc debe tomar una decisión. El Arsenal comienza a quedarse pequeño para él. Los títulos se escapan año tras año y él corre el peligro de quedarse estancado. Ni siquiera tiene la titularidad asegurada en el Mundial de Sudáfrica. Mientras se recupera de una lesión que le ha amargado el final de temporada, Barça y Madrid llaman a su puerta. Parece el momento de dar otro salto de calidad, como el que dio en 2003 en dirección contraria.

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