Mundial Sudáfrica 2010

El mesías

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24/06/2010

Pensaba en el modo en el que las selecciones aristócratas habían resuelto sus dudas en este torneo mientras Italia observaba acomodada en su sillón los primeros compases de su derrota ante Eslovaquia. No estaban nerviosos, ni siquiera acelerados porque confiaban en esa leyenda futbolística que asocia a los 'azzurri' con la Fortuna. Lippi sólo esperaba el momento idóneo para pulsar el botón de la solución evidente a todos sus problemas, una panacea con nombre y apellidos: Andrea Pirlo.

Porque todos los italianos aguardaban a ese mesías que llegaría con todas las respuestas. Al fin y al cabo, ¿de qué serviría tanto sufrimiento, tanta estrategia y confianza en la buena estrella de los todavía campeones del mundo? Paolo Rossi les había salvado en 1982 y Fabio Grosso en 2006 (al menos eso les había 'vendido' los veteranos).

"Para ser sinceros, ni siquiera pensamos en la eliminación" sentenciaba Zambrotta antes del partido. Lo habían anunciado con la seguridad del creyente. Montolivo y De Rossi eran sólo los actores reparto (a pesar de su potencial). El Cid de Flero callaba, porque "Pirlo es un líder silencioso, habla con los pies" justificaba Marcelo Lippi. Todo estos pensamientos se habían convertido en revelaciones sin discusión en las mentes de los futbolistas.

El azar no es un buen plan

Pero esperar al salvador no puede ser la piedra filosofal que transmute a un grupo de futbolistas vulgares en artistas del balón. Es más, la concepción pausada y relajada que abanderan Pirlo y Cannavaro no ha proporcionado las esperanzas tardías de clasificación. Han sido el nervio de Di Natale y el impulso de Quagliarella los que han cambiado el final del partido hacia un ritmo acelerado e inesperado para los eslovacos perdonavidas.

Aunque Italia hubiera conseguido su clasificación debería percatado de que el mito del mesías que llega en gloria y majestad no puede ser el pilar maestro en torno al que se construya su futuro. Pirlo es un gran futbolista, pero no puedes jugar a una carta cuando posees un notable potencial para trazar otros planes. Ya lo aprendieron los alemanes cuando perdieron a Klose y acudieron a Özil y sus guardaespaldas, o los españoles que dispusieron ante Suiza a un jugador 'cojo' como mejor argumento. Ni siquiera Argentina ha contado con los goles de Messi para ser una selección temida.

Decía Enzo Francescolli durante la transmisión argentina que los italianos habían sucumbido por no tener una idea clara. Discrepo del 'Príncipe' porque el argumento siempre estuvo presente: aparecería Pirlo, y con él, la salvación. Para la próxima, tendrán que cambiar de creencia o conceder un nuevo crédito al azar. Y en estos tiempos de estupendos préstamos... mejor no tentar a la suerte.

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Javier Bragado

Javier Bragado rss

El periodista Javier Bragado analiza la actualidad del Mundial de Sudáfrica con la mirada en las anteriores ediciones y da su particular versión.

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