Una fecha para la historia
Después de la resaca del otro día, y analizando con más tiempo lo que ocurrió en el partido contra los alemanes el pasado miércoles, he llegado a la conclusión de que nuestro dominio no sólo fue del balón, sino también mental. Alemania pensaba que sus únicas armas eran el contragolpe o una jugada a balón parado y a partir de ahí no querían dominar ni controlar el partido. Nosotros, sin embargo, queríamos el balón y el juego. La posesión era apabullante. Y la fe en que llegaría la recompensa, máxima. Eso nos hizo ganar el partido.
Pienso que Holanda va a ser diferente a los teutones por la experiencia de sus jugadores. Creo que van a jugar más de tú a tú que los anteriores rivales. Confían en la calidad de Van Bommel, Van Persie, Robben, Sneijder... Y viendo lo que les ocurrió a los alemanes, es normal que planteen un partido diferente.
Los dos conjuntos van a luchar por entrar en el grupo de los privilegiados, el de los campeones del mundo. Para Holanda será el tercer intento (en el 74 perdió contra Alemania, y el 78 frente a Argentina) y para España, el primero. Bajo la dirección del poco conocido Van Marwijk, la 'oranje' lleva 25 encuentros sin perder, incluidos los seis del Mundial, e hizo pleno de victorias en la fase de clasificación. No posee un estilo muy claro, pero tiene una gran definición. Sus hombres más importantes son: el veterano y líder Van Bommel, que deja su 'huella' cada vez que entra en el centro del campo; Sneijder, por su acierto cara al gol; Robben, por sus desequilibrantes fintas y su velocidad; y Van Persie, por sus movimientos en el área. Además, la final tiene otro aliciente: saber quién será el máximo goleador del torneo, cuando vemos que Villa y Sneijder han conseguido cinco tantos cada uno en la competición.
España va a seguir siendo fiel a su estilo de juego, a ese modelo que ha exhibido desde el principio del campeonato. La derrota contra Suiza sirvió de llamada de atención para que el equipo se centrara más en el trabajo que debía desarrollar. La alineación que presentará Vicente no diferirá de la que ganó Alemania. Pero si entiende que contra Holanda debe cambiar algo, todos estaremos de acuerdo porque ha demostrado que conoce como nadie al equipo y sabe quién puede rendir más en el momento adecuado. La aparición, el último día, de Pedrito ha sido un exponente claro de esa buena toma de decisiones.
Cuando se disputa una final es para ganarla. Del perdedor, aunque sea subcampeón, no se acuerda nadie. Que este 11 de julio sea una fecha que quede grabada para siempre en el calendario español y que signifique el logro de su primer campeonato del mundo de fútbol profesional, y podamos decir con orgullo esa frase que Johan Cruyff ha acuñado: "España es el fútbol".