La hora de la verdad
La fase final de un Campeonato del Mundo es la reválida que tiene que pasar una selección que ha hecho un curso prometedor, con excelentes notas. Ahora el escenario es distinto, los contrarios mejores, pero la ilusión por el sobresaliente, la misma.
Hay dos aspectos en esta selección que generan confianza: las individualidades y el juego de conjunto.
La lista de Vicente del Bosque nos confirma un trío de guardametas con mucha experiencia internacional y en su mejor momento; una defensa campeona, a la que se ha añadido savia joven con calidad; un centro del campo completo, formado por jugadores de diferente perfil pero con una filosofía común: trato excelente de la pelota; y una línea atacante con extremos de verdad que nos permitirá un mayor repertorio de jugadas para abrir las defensas contrarias.
El juego de conjunto es un juego combinativo, que es el que da carácter a esta selección: jugar a uno o dos toques, apoyándose constantemente, es la base que le permite buscar con claridad las bandas, o realizar pases en profundidad a cualquiera de los puntas, expertos en los metros finales. Asimismo, cuando no tenemos el balón la presión en cualquier lugar debe ser constante para tratar de hacernos con él lo antes posible.
En los partidos de preparación que preceden al Mundial no debemos olvidar que el seleccionador ha buscado completar el trabajo de puesta a punto del equipo después del mínimo descanso.
También observar la recuperación de los 'tocados' y conocer lo que pueden aportar al equipo los jugadores que no han militado con asiduidad en la absoluta.
El día 16 llega la 'hora de la verdad' con ese primer partido contra Suiza, que sin duda despejará muchas incógnitas y abrirá la puerta de los sueños a todos los seguidores de 'La Roja', ávidos de ilusión por quedar campeones del mundo.