Mundial Sudáfrica 2010

'Puyi' es de otra raza

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08/07/2010

Carles Puyol es catalán hasta la médula, de la Lleida más profunda, y a la vez representa los viejos valores de la furia española. Su carrera es un ejemplo de abnegación, solidaridad, profesionalidad, orgullo y 'vergüenza torera". Suma testitulina, perseverancia y un físico portentoso al talento del grupo. Es el Camacho del siglo XXI, el futbolista indispensable para hacer equipo, buque insignia de una generación campeona en el Barça y en la selección.

Disfruta de su último Mundial, el tercero de su carrera, y lo hace con la ilusión del chaval que se presentó en Corea y Japón, de la mano de José Antonio Camacho. Su golazo ante Alemania define su trayectoria. Fue un compendio de decisión, valentía, arrojo, confianza, fuerza, potencia y calidad técnica en el gesto. Superar por arriba a los teutones, y encima a balón parado, sólo está al alcance de los elegidos. No es muy alto, ya que apenas levanta 178 centímetros, pero su salto superó incluso a su compañero Piqué, un gigante de 1,92. Germano puro de la Barcelona moderna.

Desde Durban, en pleno Hemisferio Sur, al último rincón de la Pobla de Segur, cerca de los Pirineos, la afición se rinde ante los cataplines de Puyi. "El tiburón nos ha llevado la final", reconoció Villa tras el éxito ante un rival minimizado pero que se había pasado por la piedra a Inglaterra y a Argentina, y que sólo habían cedido ante Serbia en un partido intrascendente marcado por el arbitraje de Undiano Mallenco y la expulsión de Klose.

España tocó de maravilla, cortocircuitó a los germanos con el balón, les bailó una danza mucho más bella, si cabe, que el vals de Viena de hace dos años, pero quizá de nada hubiera servido sin el ímpetu de Puyol, un veterano de 32 años que acumula seis como gran capitán del Barça y es el único que ha levantado dos Copas de Europa.

Avisó en el primer tiempo al lanzarse en plancha para rematar un centro-chut de Iniesta que más pareció una pedrada. Hecho un jabato, cortó las pocas acometidas de los timoratos rivales, asustados ante el 'león' que les perseguía. Su golazo fue más celebrado que el recordado de Maceda, también ante Alemania, en la Eurocopa del 84.

Entonces, Francia, y una desgracia de Arconada, dejaron a los chicos de Miguel Muñoz con un palmo de narices. El domingo, si se mantiene esa combinación mágica de fe, calidad y acierto, la 'Oranje' debe perder su tercera final. España es una orquesta sinfónica pero con Puyol mantiene ese puntito 'sanferminero' que le hace única. Sólo había marcado contra Irlanda del Norte y Estonia después de 89 partidos, pero la historia le debía una, y muy gorda. Puyi acabó con Alemania. Josep, quien se dejó la vida en un accidente laboral con sólo 56 años, puede estar orgulloso de su hijo, al que enseñó los valores del trabajo y el sacrificio. ¡Ole sus cojones!

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Ignacio Tylko

Ignacio Tylko rss

El enviado especial a Sudáfrica nos cuenta en primera persona las vivencias y el ambiente que se vive en la zona con la llegada del Mundial

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