A Camerún le pudo la presión de sentirse favorito. La etiqueta le supuso una losa al combinado que lidera Samuel Eto'o frente al despliegue físico de Japón. Los nipones dieron un duro golpe a los cameruneses en lo que se podría calificar de tropiezo en el grupo E. Holanda ya manda, pero los japoneses se han entrometido en los planes de los africanos, a los que les costó arriesgar, pensando que antes o después podría llegar el fallo de Japón.

Pero el problema de Camerún fue más profundo. Paul Le Guen apostó por un dibujo 4-3-3, sin embargo, no había entre los leones quien ordenase y distribuyese el balón con sentido. Peor se ponía la cosa si Eto'o no se despegaba de la banda derecha. Perdió enteros el interista. Estuvo activo, pero sus prestaciones bajaron en exceso para desgracia de Camerún.

Japón llega a este Mundial de Sudáfrica sin presión alguna. Todo lo que suponga tener la posibilidad de acceder a la fase eliminatoria en la última jornada sería ya un premio. Los nipones le plantearon un partido serio, pero no muy ordenado a Camerún. Defendieron por acumulación. Y de medio campo hacia arriba se encomendaron al quehacer del capitán Hasebe y al talentoso futbolista del CSKA de Moscú Honda. Éste fue quien marcó el gol del triunfo para los asiáticos -primer triunfo de Japón en un Mundial celebrado fuera de Asia-. Honda, pretendido por algunos clubes ingleses, recibió un centro de Matsui, la bajó y acabó con talento en el 39. El futbolista del CSKA no es el único nipón al que siguen en Europa. El próximo que dé el salto al Viejo Continente podría ser el central Marcos Tulio Tanaka.

Camerún sabía que no podía comenzar con mal pie este Mundial. Asumió su papel en el grupo, pero le costó dar sentido a su juego y encontrar un hueco entre la acumulación nipona, que espero lanzar contaataques. Ni siquiera el bético Emaná, al que dio la vez Le Guen, evitó que los leones acabasen mordiendo polvo en los intentos cameruneses de dar un mordisco para lograr, al menos, el empate.

En la recta final del encuentro hubo palos y un paradón del meta japonés. Primero el delantero Okazaki estalló un zurdazo en el palo de la meta africana. Respondió con otr balón a la madera Mbia. El balón se fue al travesaño. En el descuento Kawashima paró en la misma línea de gol un remate de Eto'o. Al final Japón logró una merecida y sorprendente victoria ante los leones de Camerún.