Un delantero y un medio punta son los máximos goleadores del Mundial a falta de dos partidos para que este finalice. Ambos han jugado en la Liga española; uno, David Villa, cambiará de equipo la próxima temporada, y el otro, Wesley Sneijder, lo hizo la pasada campaña. Ambos se enfrentan en la final con cifras parecidas, cinco goles, una buena cantidad de remates, similar número de minutos jugados, pero con circunstancias personales muy dispares.

El caso de Sneijder es curioso. La pasada temporada llegó al Real Madrid y su arranque de campaña fue tan bueno que incluso hubo periódicos que cometieron la herejía de compararle con Alfredo Di'Stefano. Luego, de repente y sin venir muy a cuento, el descenso a los infiernos. Dicen que fue por lesiones, pero el caso es que a su marcha se le acusó de haber estado saliendo mucho y bebiendo más. Que si las influencias, los amigos... El caso es que ganó peso, bastante, y su rendimiento bajó tanto que ya no volvió a ser el mismo.

Ahora, los rumores apuntan a que todo fue un asunto de mujeres. Cuando Wesley jugaba en el Madrid, su esposa regresó a Holanda y pidió el divorcio. No se adaptaba y, además, veía cosas raras. Las cosas raras, o cosa extraña, se llama Yolanda Cabau, madrina del último Giro, modelo y presentadora de televisión. Francamente, mejor no mirarla bajo riesgo de mareo inmediato. Al igual que Sara Carbonero, también entrevista a su novio, y Wesley dice que se tiene que aguantar la risa cada vez que lo hace de lo divertido que le parece el caso.

El noviazgo le ha cambiado la vida. Se fue a Italia e hizo triplete de títulos de la mano de Mourinho, realizando una temporada monumental. Adelgazó casi tres kilos y está más rápido, avispado y certero cara al gol. Incluso se rumorea que Mou se lo ha pedido a Florentino. Antes de que al presidente del Madrid le diera la risa (por no llorar claro), Wesley se adelantó: «Mi corazón es del Inter, no pienso moverme de aquí».

Ahora dice que se va a casar con Yolanda, hija de español y de holandesa y que nació en Ibiza, donde tiene casa. El hombre es feliz y se ha reflejado en este Mundial, donde está causando estragos en las defensas contrarias llegando desde la segunda línea. Todo lo que tenia que transformar Van Persie lo cuela él, que está como nunca.

El caso de David Villa tiene muy poco que ver. Aunque al igual que Sneijder está nominado para el Balón de Oro del Mundial (también lo están Xavi, Iniesta, Forlán y Muller), su vida es mucho más tranquila que la del holandés. Eso sí, su carrera es tan triunfal en este evento que ya está a un solo gol de batir la marca de Emilio Butragueño en cuanto a tantos convertidos en un solo Mundial.

Posiciones diferentes

La mayor novedad de Villa es que ha vivido dos veranos complejos. El año pasado se especuló mucho con que iba a ir al Real Madrid, fichaje que se frustró y conllevó una pequeña decepción para el futbolista. Sin embargo, eso no hizo que remitiera la marcha goleadora de «El Guaje», que consiguió 34 goles en el total de la temporada (21 en la Liga), siendo además cuarto máximo goleador de la Liga tras Messi, Higuaín y Cristiano. Poco antes de venir a Sudáfrica, Villa firmó por el Barcelona y eso le dio una tranquilidad que se ha visto reflejada en el terreno de juego.

Ambos se han desenvuelto en este Mundial en situaciones diferentes. Villa empezó en el carril del diez, casi de extremo izquierdo, entrando por el costado zurdo en diagonales para disparar con su pierna derecha o haciendo salidas por fuera para realizar centros que pocos remataron. El último partido volvió al centro, donde trabajó mucho pero tuvo menos efectividad.

Sneijder juega en el puesto que Xavi en España. Es el central de la segunda línea por detrás de Van Persie, que está custodiado a la derecha por Robben y a la izquierda por Kuyt. Wesley aprovecha su excelente disparo de media y larga distancia, y su llegada de segunda línea sorprendiendo a los defensas y aprovechando los huecos que le proporciona Van Persie, un nueve de mucha movilidad al que gusta irse a los costados y a los segundos palos.