Mundial Sudáfrica 2010

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Ricardo Izecson Dos Santos Leite

Ricardo Izecson Dos Santos Leite

Edad:
28
Fecha de nacimiento:
22/04/1982
Estatura y peso:
1.86m 73 kg
Demarcación:
Medio
Club:
Real Madrid
Número internacionalidades:
82
Velocidad 7/10
Regate 7/10
Remate 9/10
Visión de juego 8/10
Estadísticas en el mundial
Partidos jugados:
4
Partidos titular:
4
Partidos suplente:
0
Minutos:
342
Goles:
0
Goles penalti:
0
Asistencias:
8
Tarjetas amarillas:
3
Tarjetas rojas:
1
posición de Ricardo Izecson Dos Santos Leite

el análisis

Divino talento en entredicho

Confirmó su mujer, bella predicadora y que responde al nombre de Carolina Celico, que Dios puso el dinero en manos del Real Madrid para que Florentino Pérez, otro ser superior (Emilio Butragueño díxit), ejecutase su multimillonario fichaje, que rondó los 66 millones de euros. Algo así como una bendición caída del cielo que omitió algo inesperado: piedra angular del majestuoso proyecto presidencial, Kaká no ha sido relevante en su primera temporada vestido de blanco y suspira por desquitarse en el Mundial de Suráfrica con Brasil, la principal oposición que tiene España según los pronósticos de los expertos.

Kaká espera realizar un buen Mundial tras la mala temporad en el Madrid. / Archivo Kaká espera realizar un buen Mundial tras la mala temporad en el Madrid. / Archivo
por Enrique Yunta

A Ricardo Izecson Dos Santos Leite (Brasilia, 22 de abril de 1982), su nombre según el registro, se le espera en esta gran cita, pues tiende a desplegar su mejor juego en los acontecimientos universales. Entre la maldita pubalgia y la falta de adaptación al fútbol español, Kaká ha defraudado en el Santiago Bernabéu, una afirmación rotunda que apenas se puede rebatir y que contrasta con la felicidad del madridismo el pasado 30 de junio, día de su presentación que congregó a más de 40.000 personas en Chamartín. Le toca justificarse ahora y ya se sabe que a los brasileños les tira la selección por encima de cualquier otra cosa, presentes casi siempre con opciones en las rondas finales.

Espigado, vertical en su fútbol entre líneas, fuente interminable de recursos y con un disparo intimidador desde la media distancia, Kaká lo ganó todo en el Milan, un equipo que todavía no se ha repuesto de su salida. Se llevó la Liga de Campeones, triunfó en el Mundial de clubes y hubo unanimidad aplastante a la hora de concederle en 2007 el Balón de Oro, el FIFA World Player y el galardón de mejor jugador del mundo de FIFPro. Desde entonces, lamentablemente, ha ido a menos, aunque fue el mejor jugador de la pasada Copa Confederaciones.

De palmarés envidiable (al margen de los éxitos de club, tiene un Mundial), Kaká siempre antepone a Dios en cualquiera de sus actos. A él le atribuye buena parte de su éxito y más después de que un accidente en su niñez estuviera a punto de zanjar su escandalosa progresión se rompió una vértebra al lanzarse desde un trampolín. Pertenece a Jesús y lo recuerda en todos sus actos, llegando su fe hasta tal extremo que no descarta dedicarse en cuerpo y alma a la vida cristiana cuando se retire ya que uno de sus sueños siempre fue convertirse en un pastor de la Iglesia Evangelista.

Con su aspecto bonachón huye del tópico brasileño y se decanta por una vida más austera sostenida por la religión y por los valores que le unen a su esposa, una muchacha que conoció en Sao Paulo justo antes de partir a Milán cuando ella estaba en la escuela y con quien, dice, mantuvo una relación cándida y pura hasta el matrimonio. Le apasiona el teatro, devora libros y acude con frecuencia a los estrenos de cine, algo poco común en el gremio. Ni siquiera en las celebraciones se desata, pues cuando ganó la Copa de Europa con el Milan se pasó la noche rezando. Ahora invoca al más allá para rescatar su talento.

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